PORQUE TANTA PENA BACHELET?
Tanta pena manifiesta la Señora presidenta por la muerte de sus camaradas.Deberia pensar que si en esos tiempos hubiese existido la pildora del día después tal vez la madre de sus camaradas las hubieren tomado y ellos no habrian existido.
Si tanta pena muestras ahora, extiende tu pena a los familiares de carabineros caidos cobardemente por tus camaradas que como siempre atacan por la espalda.
He aquí un publicación de la tercera de la época.Podrán ver que los niños no eran santos como hoy aparecen o los quieren hacer aparecer.
Aquí va un homenaje a los martires de verdad, dado que hoy se homenajea a los cobardes y traidores.
Va este homenaje a un padre de familia, a un carabinero, un servidor de la patria, muerto por un camarada de la presidenta.
Tu muerte la recuerdan tu esposa e hijas
17.30 horas Población La LeguaEl bus Nº 12 de la Prefectura Móvil de Carabineros, con personal procedente de diferentes unidades, se dirige a la zona donde ha sido emboscada la patrulla de la 22ª Comisaría de La Cisterna (9). Ya saben qué les espera. Por eso, en cuanto divisan a un grupo con armas, comienzan a disparar.El laboratorista Francisco Cattani, militante del PS, recibe un impacto en plena cara mientras prepara un RPG-7; es el primer muerto del grupo socialista. Otro de ellos, al parecer estudiante de Historia, toma el lanzacohetes, apunta y dispara contra el bus policial: el proyectil atraviesa la calle con un zumbido ronco, entra por el parabrisas, elimina al chofer José Apablaza y cae sobre el piso del vehículo, sin estallar. Los carabineros corren a las puertas y se echan sobre las veredas. Una cortina de fusilería convierte al bus en chatarra dentro de los minutos siguientes.Los carabineros quedan a merced de la unidad socialista de combate y de los jóvenes comunistas de la población, que ejecutan con agilidad la táctica del "cambio de posiciones" mientras mantienen a su adversario inmovilizado por el fuego cruzado. El carabinero de 25 años José Maldonado muere acribillado, boca abajo. Las balas agitan de tal modo su cuerpo inerte, que el carabinero José Pérez intenta rescatarlo, creyendo que aún vive; cuatro balazos lo inmovilizan. Un cabo lo arrastra hasta el umbral de una casa, donde Pérez oye un grito apagado y una frase final:-¡Chuta! ¡Me jodieron!Es el carabinero Juan Herrera, que se apoya arrodillado en su fusil y se desliza de bruces, muerto.A poca distancia de allí, un tercer bus policial es atacado en emboscada. El cabo que lo conduce recibe un balazo en un brazo y cae al piso; otro carabinero toma su asiento, pero apenas tiene idea de conducir. Desde el piso, el cabo herido le da instrucciones para los pedales y los cambios. Los carabineros a bordo, tendidos bajo los asientos, no pretenden luchar. El fuego graneado procede de todas las direcciones. El solo intento de bajar del bus sería un suicidio.A duras penas, el inexperto conductor se aferra al volante y hace avanzar al bus a saltos, en dirección a Gran Avenida. Se salvarán por milagro.En el suroriente de La Legua se reagrupan otros pelotones de la Fuerza GEO, ahora para marchar hacia Sumar. En ese momento aparece Renato Moreau, el lugarteniente de Camú, con un carro de bomberos y un grupo numeroso de hombres armados. Es el recurso estratégico de la jornada: el camuflaje de los bomberos servirá para tener más movilidad, para enfrentarse a las patrullas militares y policiales e incluso para atravesar las filas enemigas. Ahora, el carro da vueltas por las calles de La Legua, anunciando la marcha hacia Sumar.Una columna de combatientes avanza hacia el gigantesco terreno de esa industria textil. En la fábrica de algodón, los dirigentes sindicales han acordado desechar la resistencia y llamar a los trabajadores a regresar a sus casas; pero en la vecina, de poliéster, han recibido a dos de los vehículos del GAP y distribuido algunas armas.A eso de las 15.30, ante el sobrevuelo de un helicóptero Puma del Comando de Aviación del Ejército, han emplazado una ametralladora .30 y buscado a la nave con su mira. Aunque la tripulación de siete hombres ha intentado responder el fuego, no ha podido mantener el control del vuelo. Ha huido desesperadamente hacia la base aérea El Bosque, donde aterrizará con 17 perforaciones de bala y el piloto herido en un pie.La retaguardia que protege la evacuación socialista de La Legua ve ingresar a una ambulancia con carabineros por la calle Comandante Riesle; los hombres creen que se trata de un truco similar al de la bomba.Pero es un vehículo del Hospital de Carabineros, que ya ha entrado más de una vez a recoger heridos. En cuanto se detiene en la Plaza Guacolda, recibe fuego desde Los Copihues y Toro y Zambrano. El enfermero René Catrilef consigue rescatar a un sargento herido en la cabeza antes de que el chofer Rafael Folle emprenda la salida. Entonces Folle ve estallar el parabrisas y siente un golpe feroz en el brazo derecho. El volante gira solo, suelto, y la ambulancia se estrella contra un árbol. El carabinero escolta Mamerto Rivas la defiende con su fusil; lo apoya, por un costado, el sargento practicante José Wetling. Cuando Folle logra reanimar el motor, una nueva ráfaga mata a Wetling, arrebata su arma a Rivas y hiere en una pierna al enfermero Catrilef (10). La ambulancia sale con más de 32 balazos en la carrocería, y llega al Hospital con el motor a punto de fundirse. No volverá a ser utilizada.En La Legua se celebra el triunfo con vítores. ¿Es una señal de victoria?Nada de eso. Es otro sueño. O una pesadilla. De sangre.